martes, 20 de julio de 2010

OTRO CINE EN TELEVISIÓN: Buda explotó por vergüenza

buda explotó por vergüenza talibán afganistan irán Nikbakht Noruz Hana Makhmalbaf Hay ciertas miradas comprensiblemente ruinosas acerca de la vívida luz de la infancia, aquellas que osan manipular sus destellos, y hay también otras miradas que se limitan a observar como estos caen simplemente sin alterarlos. Así, como esta última, es la hermosa visión de la joven directora iraní Hana Makhmalbaf a la hora de rodar, con tan sólo 18 años, “Buda explotó por vergüenza”.

Hasta ahora no había podido comprobar como la nueva ley del cine metía sus directrices en la boca del lobo de la televisión, y ayer, en la 2 de televisión española, tuve la oportunidad de verlo. Estaba a punto de tirar de alguna película de la minifilmoteca de mi salón, cuando, dando gusto al último bocado de la cena, anunciaron “Buda explotó por vergüenza” en la televisión. No me lo podía creer, iba a ver una marcianada, de esas que pasan por puntillas hasta por la cartelera de Madrid, por televisión, sin pagar nada (vamos a ser ingenuos), tumbadito en mi sofá y lo mejor, sin cortes publicitarios; eso sí, me pasé los 80 minutos que dura la película rezando porque nadie llamara ya que no podría tirar del botón de “pause”.

Y lo que vi fue una película de terror, sí, sí, no pasé tanto miedo desde que vi a solas (o fue con mi hermano?) “The Ring” de Hideo Nakata, a solas en mi casa; y en esto, la escena en la que (spoiler) unos niños, poseídos en algunos momentos por bárbaros norteamericanos y en otros por terroristas talibanes, amenazan a la inocente y dulce niña protagonista, con lapidarla es una de las más salvajemente tensas que he visto nunca (acaba spoiler). No la pude acabar, tuve que levantarme a beber agua; eso sí, por algún motivo morboso no bajé el volumen del televisor, pues quería enterarme del destino de la heroína.

“Buda…” cuenta la aventura de Baktay (increíble Nikbakht Noruz) para poder comprar un cuaderno que la permita ir a la escuela, alentada por su vecino, que ya está aprendiendo a leer. Baktay vive con su madre en unas cuevas, bajo el símbolo caído de Buda que los mandados talibanes destruyeron en su día, y no tiene edad suficiente, tampoco los medios, como para empezar a ir a la escuela. Makhmalbaf se sirve de este recorrido para componer un retrato antibelicista repleto de metáforas, desde la mirada de unos niños demasiado marcados por la guerra en Afganistán, que en cualquier otro lugar hubiera sido una tonta anécdota y aquí se convierte en una verdadera odisea.

Atentos al final de “Buda…”, que contiene una de las frases más impactantes del cine en años, que debería tomarse, desde ya, como toda una declaración de derechos, y que surge cuando (spoiler) el vecino de Baktay le grita, ante el simulacro de ataque de los mismos niños gamberros que instan lapidarla, “Baktay, muérete, si no nunca podrás ser libre” (acaba spoiler).

jueves, 15 de julio de 2010

OLVIDANDO EL AMOR: CICLO "LA MIRADA JAPONESA"

olvidando el amor shimizu mitsuko mito aoki fundación japón pequeño cine estudio Muy interesante la propuesta de Fundación Japón (http://fundacionjapon.com/) que, enmarcada dentro del ciclo “La Mirada Japonesa” proyectó ayer por la tarde una preciosa película del olvidado Hiroshi Shimizu (en la foto): “Olvidando el amor” (Koimo wasurete, 1937), siendo el de ayer su segunda proyección en España, casi como un reestreno, pero en plan familiar. El encuentro tuvo lugar en el Pequeño Cine Estudio, apostando siempre por el riesgo en su programación, y al que acudieron no pocos interesados en saber un poco más sobre esta vieja gloria del cine japonés, que fue maestro (y muchos ya lo han olvidado) del mismísimo Ozu.

Antes de la proyección habló el profesor Lorenzo Torres de la Universidad Juan Carlos I (él mismo se encargó de seleccionar las dos películas que han formado parte de este ciclo en julio) y dio una gran cantidad de información y detalles sobre “Olvidando el amor” y su director: insistió en la verdadera revolución a contracorriente de su cine con esos planos cortos que instauraron pautas modernistas en el cine japonés cuando todo era austeridad compositiva; señaló además las más de 166 películas que forman parte de la filmografiá de Shimizu, la mayoría de ellas mudas, la sencillez de sus historias, siempre cercanas y representativas de vidas cotidianas (no hay más que ver los eclécticos carteles de sus películas más conocidas, como Nobuko (1940) o Children in the Wind (1937); así como la aparición en la película de Mitsuko Mito, la misma que emocionara con su papel de mujer del alfarero en la obra maestra de Mizoguchi, Cuentos de la luna pálida de agosto (Ugetsu Monogatari, 1953).

“Olvidando el amor” cuenta la historia de Yuki, una mujer que, para poder dar una vida digna, estudios y manutención a su hijo Haru, se prostituye en un hotel de la costa. La historia es simple pero con algunos secretos encontrados durante la trama (para aquellos que la hayan visto, quizá (spoiler) el guardián contratado por la madame del hotel sea el padre de Haru por como actúa cuando está con ella y más que nada por que en tres ocasiones en la película insiste en decir que el dinero que le a Yuki no es para ella sino para la educación de Haru (acaba spoiler)). Destaca también la inmensa fotografía, de Isamu auki, que llena los espacios de neblina romántica, y que, además, encuadra inteligentemente con los decorados que construyen la ciudad costera en la que malviven los protagonistas. Auki ya colaboró con Shimizu en Arigatô-san (1936) y Wakadanna haru ranman (1935).

sábado, 10 de julio de 2010

CINE Y TEATRO: "Ensayando Querelle" en teatro Karpas

teatro karpas querelle fernando presas charo bergón Anoche asistimos a la primera función de la atrevida obra "Ensayando Querelle" en el magnífico teatro Karpas, en Madrid, en la calle Santa Isabel,19. Ya he hablado alguna que otra vez por aquí de esta compañía, que realizó ya hace un año la trilogía lorquiana de tragedia. Y siempre que puedo vuelvo a visitar el teatro, porque me gusta su cercanía, y ayer me acerqué, no sólo para poder ver escenificada la tórrida historia de Querelle sino para ver como se las gastaban los actores que hasta ahora sólo había visto interpretar a Lorca.

Claro, con algunos lapsus , seguramente por ser el día del estreno, pero aún así me sorprendió la versatilidad y la veracidad con la que sabían discernir entre realidad y ficción. "Ensayando Querelle" no en sí la obra homoerótica del dramaturgo y poeta francés Jean Genet (inmortalizada en la pantalla por R. W. Fassbinder) sino el ensayo de esta obra por parte de una compañía de teatro. Asistimos por tanto a este ensayo capitaneado por una antigua gloria de la platea y sus antiguos y nuevos compinches, las discusiones personales e impersonales que afrontan en cada ensayo, sus inseguridades y finalmente el insospechado desenlace.

En "Ensayando Querelle" se repasan las escenas más calientes de la obra de Genet, y seguramente haga falta conocer la obra para llegar a comprender un poco del guión por el que apuesta el Karpas; pero también es verdad que la trama propia que cuenta la historia del marinero Querelle no es la línea principal de "Ensayando Querelle" sino una mera excusa para poner en tela de juicio la valía actoral de los personajes y sacar a la luz los trapos más sucios de sus personalidades.
Hablemos de Querelle. "Querelle de Brest" (1947) es quizá la obra más conocida por los sibaritas de Genet, que por otro lado, fue muy poco pródigo en el cine (hay que hacerse con una copia de "Un chant d'amour" pero ya, una delicia de corto escandaloso y estúpido, pero de una belleza plástica sublime). Más tarde, el director alemán Fassbinder, creador de otras fantasías gay en la pantalla como "La ley del más fuerte" (1974) adaptó al cine libremente la obra de Genet y convirtió a Querelle en un icono homosexual, dotándolo de cierta sensibilidad femenina al macho más macho, a la figura del marinero corpulento capaz de dejarse ganar en una partida de dados para disfrutar de otros placeres, y a la par servir, dicho sea frívolamente, para que en un futuro Jean Paul Gaultier robara la estética de la película de Fassbinder para retenerla como marca de la casa (esos anuncios del perfume con forma de marinero, de un vidrio especial diseñado por él mismo).

Y acabo ya. "Ensayando Querelle" va a estar hasta este domingo, en cuatro únicas funciones (http://www.karpasteatro.com/), y con entrada a través de http://www.atrapalo.com/ con la que puedes ahorrate algunos euros, me parece que es una buena idea para acercarse al universo de Genet y disfrutar del teatro Karpas y de sus actores, en especial, Fernando Presas y Charo Bergón.

martes, 6 de julio de 2010

ORGULLO Y PREJUICIO

Nunca me ha gustado la palabra “orgullo”, porque como expresión lleva implícito un irremediable sentido negativo, y como estado nunca me ha permitido (y nunca lo hará) formar parte del conglomerado social sino todo lo contrario, es decir, a subrayar con más fuerza los diferentes estratos que nos separan ideológicamente.

Este fin de semana pasado, entre purpurina, música disco-cachonda, carnaza y musculocas, se celebró el final del orgullo gay (y coletillas), que ahora ya se reconoce como simplemente “orgullo”. Y parece ser que otro año más, gracias a las pocas virtudes que demuestra (demostramos) la pandilla para lograr la normalización y homogeneización, volvemos a estar más lejos que nunca de la igualdad que demandamos. Me entristece ver como por culpa de una visión exagerada de la forma, y del trato nefasto del continente, damos pie a que cadenas como la (no tengo adjetivos, lo siento) Intereconomía pueda cebarse con el contenido, presentando un año más un anuncio que reza en su tramo final “364 días de orgullo de la gente normal y corriente”. Justamente la justicia ha metido mano y la multa no ha tardado en llamar a su puerta.

No deberíamos usar la libertad actual para olvidar lo que realmente importa. Bien es verdad que ahora todo es si cabe más fácil que hace treinta o cuarenta años, también más visible y aceptado, pero aún quedan cabos sueltos y estos cabos son tan finos que no podemos atarlos tan a la ligera. Festejemos, sin cesura, claro, pero con control, y ataquemos el prejuicio ya no por la vía del orgullo sino por la vía de los derechos.

Anoche descubrí, y voy a hablar de cine que es lo que toca, la interesantísima “Johan”, de Phillippe Vallois, de 1976, considerada la primera película de temática homosexual francesa; con escenas en su momento (e incluso ahora) escandalosas, que fueron censuradas y eliminadas de la versión íntegra. “Johan”, que muestra el comienzo de la visibilidad gay en el París de los 70, a modo de diario más o menos autobiográfico, alterna sabiamente la vertiente “normal” de la reivindicación (la madre de Phillippe se dirije a la cámara de modo muy familiar, cercano al espectador, para hablar con total libertad con su hijo sobre su opción sexual), y la vertiente transgresora (secuencias de fisting y masturbación; por otro lado, prácticas no exclusivas del sexo gay). Y aquí fue cuando realmente caí en la cuenta, y a modo de moraleja final que, en el camino hacia la igualdad, la transgresión ha quedado obsoleta, por ejemplo, gritar ante una cámara de televisión barbaridades (aún con razón) sobre la iglesia ya no es una revelación sino que es contraproducente. Quizá ha llegado el momento de una revolución más controlada, de modo que, nuestro propio sensacionalismo no impida romper por completo las cataratas de las que aún adolece la sociedad.

viernes, 28 de mayo de 2010

CRÍTICA: 80 egunean

80 egunean en 80 días Itziar Aizpuru No es fácil lanzarse a realizar una película como la que firman Jose Mari Goenaga y Jon Garaño, porque se adentra en el poco transitado mundo de la homosexualidad rozando la tercera edad, y porque además está rodada íntegramente en euskera, cortando de cuajo así su ya limitada carrera comercial.

La semana pasada echamos mano de la cartelera para ver qué había de interesante, y me sorprendió ver un título desconocido, quiero decir, del que no había oído hablar demasiado estos últimos días; quizá una pequeña referencia en la revista Fotogramas. Y no sé, como me encantan estas pequeñas sorpresas, como cuando uno se compra un disco tan sólo por su portada o por el título de las canciones, leí un poco sobre ella, no mucho. Resultó que hablaba sobre lesbianismo en la tercera edad. Ya de por sí, esto me resulta interesantísimo; el poder darle otra vuelta de tuerca al asunto y encontrarme con una historia fuera de todo convencionalismo (nada de descubrimiento de la homosexualidad en la preadolescencia) se me antojó una buena oportunidad para poder adelantarme al futuro.
Además, "80 egunean", tenía otro punto a favor: iba a ser la primera película que iba a ver en Euskera, después de que "VOS", de Cesc Gay, o el "Babel" español (aunque tan sólo sea por la mezcla de lenguas), me dejara con la miel en la boca. Y he de reconocer que al salir del cine fue quizá la primera vez que eché de menos, un poquito, el doblaje... Lo siento, no me gusta el Euskera; sí que me atrae como lengua primitiva e independiente del resto, pero en cine no me parace nada poético, me resulta demasiado distante; seguramente, si viese alguna más en Euskera me acabaría gustando, todo es acostumbrarse.

Vayamos al asunto: "80 egunean", no huye de los convencionalismos (Maite, lesbiana atea y activa arremete contra el pasado para recuperar el amor de Axun, mujer de sesenta y tantos, tradicional, beata y (felizmente?) casada con un hombre que antes era más guapo), pero en ocasiones, en algunas escenas antológicas, va más allá, pues nos cuela miles de matices que a pocos seguramente vayan a llegar. Ahí está por ejemplo, la magnífica secuencia del primer contacto (después de 50 años) en la islica de Donostia, el contacto con la persona que, a Axun, la hace sentir ella misma; también la sutileza con la que se nos deja adivinar la opción lésbica de la hija de Axun (un sóla frase al final de la película basta para que el espectador homosexual pueda identificarse con su mismo pasado).
A esta formidable película, que va emocionando contenidamente conforme ve pasar sus minutos y que tiene su punto fuerte en la frescura y naturalidad de las interpretaciones de las dos protagonistas (un aplauso ya para Itziar Aizpuru, que consiguió ponerme los pelos de punta), hay que ponerle algunas pegas, una de ellas es que la cinta adolece de cierta pasión en su punto álgido, en la intimidad de la casa de Maite, aunque tampoco es que se deba pedir más anticomercialidad a una cinta que por ella misma ya lo es.
Para acabar, esta mañana me he dado cuenta al consultar la cartelera de los cines Renoir de Madrid, que aún va a durar una semana más! eso sí, han reducido sus pases de cuatro a dos. De todos modos, es un logro y una buena oportunidad para acercarse a ver esta increíble película, no porque sea buena, sino nunca creería poder verla en cines; y no creo que pase igual con "Ander" de Roberto Castón, otra película vasca del años pasado sobre la homosexualidad adulta que pinta interesantísima y tendré que ver por otros medios.

Nota: 7.5

domingo, 23 de mayo de 2010

CIERTO (...)

VAYA! mira que me lo estaba temiendo... y es que por problemas varios no he podido escribir en el blog (tampoco es que estuviera muy inspirado entre cura y cura... ay, esto de ser humano es lo que tiene) desde marzo; por ello, mil perdones mil.

Este paréntesis ha supuesto casi mi ruptura con el cine, por acabar medio empachado, pues me he dedicado en la convalecencia a engullirlo como el pan nuestro de cada día: en cine "Lourdes", "Nadie sabe nada de gatos persas", "Two Lovers","Room in Rome" y "Que se mueran los feos", y ya en la intimidad que me da mi sofá "West Side Story" (me la debía desde hacía tiempo), "Juegos prohibidos", "El castillo en el cielo", y algún par más que de histriónicas y orgullosamente enrarecidas no merece la pena ni nombrarlas. Pues eso, que demasiado cine para matar el tiempo y demasiado bueno, pues de estas pocas no me gustaron, como Room in Rome que realmente me decepcionó un poco, confirmando que para mí, el cine de Medem empezó a caer en picado desde ese esperpento de "Caótica Ana".

"Two Lovers" y "Lourdes" las recomiendo encarecidamente; la primera continuará seguramente un par de semanas más en cartelera gracias a que la venden como el típico pastelorrio al más puro estilo Ryan o Bullock, y menos mal que es de todo menos eso, es una agradable sorpresa original y tremendamente dramática, donde es el chico el que llora y sufre y el que es capaz de llevarse el gato, y al público masculino curiosamente, al agua; la segunda merece más de una ovación, o quizá un rosario, por saber borrar casi "milagrosamente" la delgada línea que separa la creencia católica exacerbada y la ecléctica visión atea que compartimos los que encontramos en estos despropósitos comerciales la más fascista de las sumisiones. Quizá por eso "Lourdes" no duró más de unas semanas en pantallas semi-comerciales (Renoir Plaza España) y luego una más en pantallas semi-encubiertas (los arriesgadísimos cines Luchana).

miércoles, 24 de marzo de 2010

JÓ MAMÁ, ES QUE EN CUANTO TE DEJAN SOLA TE PONES A HACER PSICODELIA!


"UN, DOS, TRES,... AL ESCONDITE INGLÉS"

Fans de los colores chillones, de los bailes sincopados y de los pantalones de campana; fans de los mostachos abultados y la música pop inglesa de los 70 (no, nunca del posterior britpop), aquí esta vuestra película. El primer experimento cinematográfico en largo y el film más irreverente de Zulueta, “Un, dos, tres… al escondite inglés” no oculta su condición petarda fuera de toda onda. Esta cinta, en la que el guión brilla por su ausencia (y, como pocas veces, para bien), supuso, después de la descarada victoria de Massiel en el festival de Eurovisión (estando inminente su enésima edición), toda una elegía divertidísima contra los gustos más tradicionales de la época, a base de importar la psicodélica y alocada corriente contracultural inglesa, que aquí en España se dejaba notar en grupos como los “Pop Tops”. Cuántas tardes de niño me habré dejado engatusar por aquel “Oh, mammy, nanana, oh, mammy mammy blue, oh, mammy blue”.

Ayer, un buen hacer, el mejor en tiempos, de la Academia de Cine, en Zurbano, permitió empezar un ciclo sobre la obra y arte de Iván Zulueta, en el que se proyectarán casi todos sus artificios, acabando el jueves 25 con la proyección de la master piece “Arrebato” seguido de un coloquio en el que estarán Eusebio Poncela y ¡el propio Will More! Y yo me lo voy a perder (tengo otro plan, no menos fantástico, a esa hora). Espero que alguien lo grabe y lo pueda ver, no me quiero perder a este fantástico personaje hablando de la película que le dio cuna y tumba.

La sala estaba casi llena (Zulueta nunca atraerá por completo a las masas,… quizás ahí resida su encanto cultureta), y en la primera fila a la derecha del pasillo paralelo a la pantalla se reservaban butacas para aquellas señorías de la Academia. No vi ninguna que me resultara realmente conocida, pero sí casi todas levemente reconocibles.

Primeramente se proyectó el corto “Ágata” en el que los títulos de crédito reconocía la firma de la EOC en la realización de Zulueta, que por aquel entonces cursaba el segundo año. En “Ágata” se dejaron ver algunas de las constantes que se verían muchos años más tarde en “Árrebato”, cuéntese la tremenda historia de siempre en que el arte invade el espacio físico (y psicológico) del artista. Después vino la joya de la tarde, “Un, dos, tres…”, que se pasó en un plis, entre música setentera (cuanto hubieran disfrutado mis padres viendo esta película), pasando el rato viendo como el video killed the radio star de esos años, con globos de gas intoxicante, algún que otro gag surrealista (la mejor Tina Sáinz con momentos hilarantes) y con José María Iñigo, jovencísimo, como líder espiritual de la música de la época postfranquista más liberal.

Esta tarde más de Zulueta en Zurbano número 3. Más cortos a partir de las cinco de la tarde, y luego a las ocho el documental “Ivan Z”. Para más información:
1. http://blogs.cope.es/palomitas/2010/03/22/la-academia-espanola-resucita-el-cine-del-donostiarra-ivan-zulueta/
2. http://www.madridmemata.es/2010/03/ivan-zulueta-en-la-academia/

Un último apunte: no se pierdan hasta el 23 de abril, en el mismo sitio, la colección de carteles que Zulueta creó, por ejemplo, para películas como “Entre tinieblas” de Almodóvar, entre otros.

miércoles, 17 de marzo de 2010

OTRAS MIRADAS, exposición de Carlos Saura

Recuerdo que de pequeño, no sé si con 7 u 8 años, la figura de Rafaela Aparicio en “Mamá cumple 100 años” de Carlos Saura, me dio mucho miedo, realmente me horrorizaba sentada en un gran butacón con asiento y respaldo de terciopelo, oculta en una enorme y oscura casa de campo. Claro, siendo recuerdos de niño me quedara en el aspecto visual de esta película, que tengo muchas ganas de volver a ver.

Esta película fue la primera que me vino a la mente cuando hace unos días decidimos ir a visitar una exposición del propio Carlos Saura en la plaza de Colón. Caí en la cuenta que no he visto nada de este director en mi vida, tan sólo el recuerdo del párrafo anterior; y paseándome por la exposición (en su mayoría, de fotografía) me entraron unas ganas tremendas de hacerme con algo de su filmografía, no sé, como “Tango”, “Bodas de Sangre” (con Marisol), “La noche oscura”, etc. La temática cine “de música” que no musical capta gran parte de la exposición de Saura, que no en vano en los últimos veinte años (su filmografía empezó en 1959 con “Los Golfos”) ha filmado obras como “Fados” (2007), “Iberia” (2005), “Tango” (1998), “Flamenco” (1995) y “Sevillanas” (1991), todas ellas dedicadas a variantes de la cultura musical alrededor del mundo.

La exposición, que se puede ver hasta el 21 de marzo en el Teatro Fernán Gómez (http://www.teatrofernangomez.com/), muestra la polifacética obra de Carlos Saura, como pintor, fotógrafo, cineasta, ¡y hasta constructor de máquinas fotográficas!. No hay que perderse las llamadas “fotosaurios”, que, al estilo de Ouka Leele, mezclan la pintura con la fotografía, y tampoco la sección final donde se puede disfrutar el sitio de recreo de Saura, el espacio personal desde donde compone y abre su imaginario al público.

lunes, 8 de marzo de 2010

CRÍTICA: Un hombre soltero

Afectada por una supuesta hipersensibilidad, “Un hombre soltero” se vendía en casi todas las referencias y críticas cinematográficas como un ejercicio intelectualoide, de fotogramas bonitos y repleto de fetiches, no en vano, su director, Tom Ford, venía del mundo superficial del estilismo de pasarelas, de costura fina y delicada. El caso es que la cinta me entró más por los oídos que por los ojos. Sí que es cierto que el estilo que marca el protagonista parece echo a su medida, todo un logro de casting, y que la fotografía de Eduard Grau (otro punto fuerte de la película, a manos de un amigo de una amiga de una amiga más o menos cercana: el mundo es un pañuelo kilométrico) regala a la retina preciosos fogonazos de luminosidad; pero a mí, no sé por qué, fue la música, a base de instrumentos de cuerda del polaco Abel Korzeniowski, la que me ahogó los témpanos, puede que por su enorme parecido al inolvidable vals de “In the mood for love” de Wong Kar Wai, o también, ahora que caigo, a algunas notas de Satie (mi compi de cine me lo delató nada más salir).

En “Un hombre soltero” (el título en inglés, “A single man”, da sin lugar a dudas mucho más juego que la simplona traducción al español) se adapta al cine la novela homónima de Christopher Iserwood, de la que Edmund White afirmó en su día que “Un hombre soltero” era "una de las primeras y mejores novelas del moderno movimiento de liberación gay". La historia transcurre en Los Ángeles, antes de su revelación libertina, a principios de los años 60, donde el profesor universitario George Falconer (Colin Firth) intenta superar la muerte de su pareja (muchos críticos usan las palabras “compañero sentimental”) tras 16 años juntos y se plantea la idea del suicidio, sintiéndose incapaz de superar el pasado.

En poco más de hora y media, Tom Ford, se las apaña para contar el día definitivo en que Falconer decide dejar de sentir dolor, la carga del pasado y de los recuerdos. Durante ese día, impartirá una última clase magistral a sus alumnos acerca de las “minorías invisibles”, magnífica alegoría de las clases marginadas en una sociedad aún tribal, coqueteará por última vez con un chapero español que el propio Tom Ford define como la “rosa perfecta” en todos sus comentarios a la prensa (raro, raro, raro), cenará con su amiga del alma, aquella que le iniciase en el sexo, cincuentona, separada además del amor de sus hijos y dada los excesos del maquillaje y el alcohol; y por último, sentirá el retorno de la juventud al pasar la medianoche con un alumno vital, esa brisa que sólo se siente cuando todo va acabar (spoiler) y que le redime de los pecados, salvándole en un última instancia del error de no querer seguir sintiendo, dejando que la muerte venga sola, y como siempre, cuando ella quiera (fin spoiler).

En esta casi trillada historia de amor, que incluye el tópico, pero no menos real, de “chico gay que tiene amiga heterosexual (como siempre, genial Julianne Moore) que lo ama en secreto”, hay que alabar la increíble concepción de la muerte de que hace gala, y como poco a poco la historia, salvo en contadas ocasiones, se desentiende del halo efectista del problema homosexual en el contexto histórico, desengranando la odisea universal de la superación de la muerte. Y seguramente, sin la increíble labor de Colin Firth (Dios, si yo fuera actor, este sería mi papel soñado, como princesa desvalida, rota de dolor, en un drama shakesperiano), y todos su premios, parte del boca a boca esta película no hubiera pasado con tanto gloria por las salas, pues en definitiva se trata de un reducto de pasiones, otra “minoría invisible” que, gracias a Ford, no lo está siendo tanto.

lunes, 22 de febrero de 2010

LOS CINES DE LA VERGÜENZA

La reapertura de los Cines Luna(aquella del post anterior), empezó con muy mal pie, ¡y con mucho frío!. Ya todo el mundo sabe que el viernes pasado nos tomaron el pelo a, seguramente, más de cien personas que hicimos cola desde las nueve de la noche (el supuesto pase era las 22.30) para el reestreno de “Demons” de L. Bava. Y, sí, fue toda una desvergüenza por parte de los organizadores (no voy a volver a dar nombres, no para darles la publicidad que no se merecen).

Si lo que querían era realizar un pase privado para los amigos intelectualoides en primer lugar debieron haber avisado a la gente que hacia espera en una interminable ristra humana que giraba toda la manzana y decirles que al cine sólo se iba a acceder con invitación. Y en segundo lugar no debieron haber colgado carteles por todo el barrio de Malasaña anunciando el evento como un evento gratuito hasta completar el aforo (la gente, como yo, entendimos que teníamos, claro está, posibilidad de disfrutar así del evento).

¿Qué pasó? Que la Mass Media se hizo eco de la “gala” y allí todo estaba lleno de focos y cámaras de Telemadrid. A muchos nos tocó cenar (una pizza que se enfrió en cuestión de segundos y una Coca-Cola semicongelada) haciendo tiempo a que abrieran las puertas. Llegada la hora clave, oímos unos ruidos, golpes y silbidos, ya que no alcanzábamos a ver qué ocurría ante las puertas del cine. Cuando ya nos acercamos, pudimos ver como unos cuantos enfurecidos lanzaban botellas contra las puertas (qué horror pues en estos casos el fin no justifica los medios) y decidimos irnos a casita a recuperar el calor que habíamos perdido y a intentar calma la rabía que teníamos dentro, asimilar que se habían reído de nosotros y que habían jugado con nuestro tiempo.

Muchos ahora planean cierto boicot contra estos cines y su ciclo “Cineshock”, a mí sinceramente me da igual, si en su día pasan alguna película que me interese, acudiré. Eso sí, antes me cercioraré de que puedo entrar a verla, no pienso que me tomen una vez más por idiota. Eso sí, respeto a aquellos que tienen más claras sus ideas y puedan resistir no acudir las siguientes propuestas de los Luna… a mí es que el Cine me la tiene jurada, y nunca me lo perdonaría.

miércoles, 17 de febrero de 2010

LUNA NUEVA PARA LOS CINES LUNA

Menuda noticia me acaban de dar los de “Madrid me mata”! y es que van a “reabrir” los cines Luna, aquellos que hasta hace unos días estaban totalmente abandonados, en la calle del mismo nombre (allí donde vivía la protagonista de “20 centímetros”; por cierto, ¿qué será de Mónica Cervera? Con lo que me gustaba esta actriz…).

Y digo “reabrir” entre comillas pues no será para hacer de él un uso totalmente comercial. En principio, y ajustándose a lo que se lleva barajando desde hace tiempo (intentando persuadir al dueño para que diera otra vez vida a su empresa, y finalmente y de modo gratuito cediéndose estos cines), servirá para proyecciones quizás de ciclos programas y pases de películas antiguas. El encargado todo esto (una locura para muchos en plena crisis) es Andrés Aberasturi, hijo del famoso homónimo periodista, través de su empresa “Pelonio”.

De este modo, este viernes 19 a las 22:30 se proyectará la frikie “Demons” de Lamberto Bava… tengo algunos recuerdos de esta película, que en su día con unos 15 años me hizo reir (luego continué una sesión más con “Demons 2”, totalmente desconectada de la primera parte y sitada esta vez en un rascacielos que queda asediado por una manada de zombies de diseño). “Demons” abrirá así el ciclo denominado “Cineshock”, de terror de serie B, y en ella, qué casualidad, unos zombies atacan un cine que acaba de reabrir sus puertas… ¿contratarán a alguien para que nos den algunos sustillos durante la película?, lo que me voy a reir.

lunes, 8 de febrero de 2010

DEFINITELY JANIS?

Anoche, en la madrileña Sala Clamores, un viejo sueño llegó lo más lejos que podría haber llegado, esto es escuchar a la propia Janis Joplin en concierto… pero tuve que conformarme (y muy conforme) con la también increíble voz de Bao Torres, líder de “Janis y los Joplins" (http://www.myspace.com/janisylosjoplins), banda tributo a la hippie más conocida en la historia musical (amén de quizá Joan Baez), aquella que escandalizara al mundo con sus quehaceres tan masculinos, con su fuerza bruta y afónica de cantar en el escenario. Fue una auténtica gozada escuchar en vivo esas tremendas canciones de amor desgarrado, de rock pusilánime, que tenía ya trilladas en el reproductor: la triste versión de “Summertime”, “Try (just a little bit harder)”, “Cry Baby”, etc… me faltó eso sí un último atrevimiento (aunque subirse a un escenario e intentar alcanzar la armonía vocal de Joplin ya lo es): esos diez gloriosos minutos de “Ball and Chain” con los que Janis se ganó el difícil aplauso de “Big Mamma” en los inicios de su carrera.

El caso es que, mientras escuchaba una de las últimas canciones del repertorio que esta banda había preparado, “Piece of my Heart”, recordé que en cine ya lleva tiempo hablándose acerca un posible biopic sobre la cantante; un biopic integral se entiende, pues Bette Midler ya tomó prestada la vida de Janis para componer la base del guión de la recomendable “The Rose”. Desde finales de los noventa se ha venido considerando la gracieta irresistible de un biopic de Janis Joplin, cuya mayor candidata a dar vida a esta increíble personalidad fue en un principio la rellenita Renée Zellwegger (uff, he tenido que copiar el nombre, peor que el de Terminator). Después vinieron la cantante Melissa Etheridge, que cantó “Piece of my Heart” en la gala de los premios Grammy 2005, conocida más por sus petardeos con K.D. Lang que por su interesante carrera musical; y por último Zooey Deschanel, la encantadora “Summer” en “500 días juntos” de Marc Webb.

Todo esto, hasta que el pasado 20 de enero, ¡por fin! Fernando Meirelles, director de la aclamada “Ciudad de Dios”, dijera sí al proyecto y empezara a negociar con productores de aquí y allá. Pero, ¿y quién será la atrevida actriz que definitivamente de vida a Janis? Aún no se ha pronunciado nada al respecto,… aunque prefiero ver a alguna de las tres de antes (Renée, Melissa o Zooey) que a alguna niñita aparentemente buena del pop adolescente actual (y me temo que muchas de estas se tirarán de los pelos por conseguir este papel).

Otros escarceos de este personaje en el cine fueron:
- “Janis y John” (2003) de Samuel Benchetrit, donde Marie Trigtinant (tristemente fallecida en ese año) y Christopher Lambert tomaban las personalidades de Joplin y Lennon para realizar una sonada estafa.
- La ya mencionada “The Rose” (1979), con Bette Midler al mando, dando el do de pecho, con una banda sonora a recordar.
- Los documentales “Janis Joplin slept here” (que buscaba dar respuesta a la muerte del mito), y “Buried Alive In The Black”, tributo de vocalistas femeninas de música metal.

lunes, 1 de febrero de 2010

CRÍTICA: La mujer sin piano

la mujer sin piano estreno cines verdi madrid carmen machi javier rebollo san sebastianLa mujer sin piano es una mujer apática, llena de una vida que se le ha ido por la manos (y que le invade el oído a pitidos de vez en cuando), que desea llenar el vacío que sus polluelos han dejado, y que ansía regresar a la esencia de su juventud, a esos sueños que antes estaban ansiosos de quedarse sordos con la música, y, como dijo uno de los espectadores de la sala 4 de los cines Verdi, el pasado viernes 29 de enero al mismo Javier Rebollo, “que se pasea como una fusa en el pentagrama”.

“La mujer sin piano” es el último atrevimiento de ese director inteligente e insospechado, y que mima más a sus películas que a su público, que es Javier Rebollo, después de la marciana “Lo que sé de Lola”. Sí, Javier Rebollo, que se llevó el polémico premio a mejor director en la pasada edición del festival de San Sebastián. Ahora, huyendo de musas que puedan hacer sombra a su nombre, deja atrás a Lola Dueñas y atrapa por la peluca a Carmen Machi. Cómo sorprende ver a esta increíble fuerza interpretativa casi muda, después de los berridos infernales que soltaba en el cacharro televisivo nacional de “Aída”. En una composición minimalista, austera, Machi devora su papel como engulle el amor de ese polaco perdido en la vida que su personaje, Rosa, descubre una noche de elocuencia en la sala de espera de la estación sur, de Méndez Álvaro.

A mí, siendo sincero, me pareció demasiado lenta. No alcancé a detectar, como muchos en la sala apuntaron en el posterior coloquio después del estreno, que detrás del ruido de tacones, subyacente en cada corte y cambio de escena, hubiera la intención de asimilar cierta composición de Bach. Ahora sí, esta semblanza me parece muy poética, preciosa. Una lástima que, siendo yo tan inculto, me la perdiera.

Una cosa sí que saqué en claro: que tengo ganas de ver la filmografía en corto de este director, que ya para mí, forma parte de esa lista de directores naturistas, a contracorriente y totalmente necesarios en la chispa cultural española (que últimamente huele un poco a requemada), que encabeza Jaime Rosales.

LO MEJOR:
- Carmen Machi en una escena íntima y personal, ¡aquí tenemos a la Huppert española!
- El cortante final abierto… lo que para mí se completaba con un “te quiero” para otros fue todo lo contrario: la más inyecta tristeza.
- Los arrebatos musicales que asaltan un par de veces la pantalla. Muchos lo tomarán como estratagema de Rebollo para evitar que la audiencia se duerma (jajaja, risa malévola), pero para mí es como todo ruido infernal que uno escucha en su interior cuando sabe que se acerca la hora de iluminar una escena para el recuerdo.

LO PEOR:
- No hace falta contar la historia con un ritmo tan tan tan… y tan lento.
- Los saltos temporales y, sobre todo, espaciales. ¿Por qué ir de Mendez Álvaro a Lavapiés para luego bajar a Atocha? Incomprensible.
- Por mucho que Rebollo insistiera en el coloquio del viernes, Madrid no aparece nunca tan solitaria como se muestra en esta película, por muy lunes que sea el día.

CURIOSIDADES:
- El director nos aseguró que muchos de los “enigmas” y preguntas a las que la película de pie, se resuelven en un largo monólogo de Rosa (Machi), ante la cámara… y que podremos disfrutar en los extras del DVD,… cómo me gusta que jueguen con mi paciencia.

NOTA: 7/10

martes, 26 de enero de 2010

GEOMETRÍA FRACTAL EN EL CINE

Este domingo recordé que el Jardín Botánico de Madrid acoge, hasta finales de febrero, una exposición sobre armonía fractal a partir de vistas aéreas del parque de Doñana y las Marismas, y allí fuimos. Ya había visto antes, pero sólo a través del ordenador, estas imágenes, pero quería verlas de primera mano, y de paso quería recordar todo lo que hace ya años había estudiado sobre estas formas semigeométricas.

Recuerdo descubrir entre las páginas de “La Nueva Mente del Emperador” de Roger Penrose, lo que Benoit Mandelbrot (conocido también por su figura, entre sus coetáneos, o conjunto de Torblednam, leído de derecha a izquierda su apellido) llamaba dimensión fractal. Un nuevo modo de ver las formas de los objetos cotidianos se engendraba entonces, en 1975, que dejaba atrás la dimensión euclídea del pensamiento abstracto y pasaba a explicar los trazos de la naturaleza (ejemplo en imagen de la izquierda) a través de los llamados fractales, cuya dimensión algebraica, como matemático, me fascina particularmente.

A modo divulgativo, un fractal podría definirse como un objeto no del todo geométrico cuya estructura básica se repite a diferentes escalas. De este modo, centrando la mirada en una escala determinada no se podría distinguir si lo que se está viendo responde verdaderamente a una escala mayor o a una menos de la que previamente se ha observado. Aún más claro si cabe se puede decir que estas formas poseen la propiedad de que cada pequeña porción del fractal puede ser vizualizada como una réplica a escala reducida del todo. Von Kock lo explicó muy bien a partir de la sucesiva segmentación de una línea recta (el conocido ciclo del copo de nieve): http://es.wikipedia.org/wiki/Archivo:Koch_anime.gif

El caso es que estamos viendo fractales continuamente y casi nunca nos percatamos de su realidad. Ya antes, por ejemplo, Escher, el fantástico “arquitecto” holandés de la pintura, creaba obras que remitían a este tipo de estructuras (foto de la derecha). Y en cine, que es lo que realmente ocupa este espacio, su uso es relativamente actual.

La gran mayoría de efectos especiales que aparecen en las películas de ciencia ficción están creados por ordenador a partir de la simulación de determinadas dimensiones fractales. Si aplicamos el procedimiento de segmentación de Von Kock a una superficie plana cuadriculada podemos ser capaces de crear una montaña con todas sus valles y salientes como se ve en la imagen de la izquierda, , a la que luego se podrá aplicar capas de renderizado (texturas y colores) para crear el efecto deseado de realidad cinematográfica. Aquí empieza todo…

Ya que un video no es más que una sucesión de imágenes, los fractales van tomando cada vez más consistencia como compresores de éstas. Estos algoritmos de compresión fractal de las imágenes si bien permiten ahorrar en tamaño manteniendo la calidad de imagen, son técnicas aún algo complicadas pero a la par preferibles al manejo de costosos sets de otro tipo de creación de imágenes por ordenador. Entre las películas pioneras en el uso de estas formas están “Star Trek 2” y el corto “Andre & Wally B.” de Lucasfilms. Hoy en día los fractales están totalmente integrados en las herramientas de software para generar complejos paisajes dinámicos. Por ejemplo, recuérdese el mar de “Titanic”, y alguna que otra virguería de “Poseidón”.

jueves, 21 de enero de 2010

OUKA LEELE, ACTRIZ: "BUENAVENTURA, EL BRUTO" de CEESEPE

Entroncando con el anterior post, en el que se hablaba de Ceesepe como compañero inicial de aventuras de Ouka Leele, la controvertida artista de la Movida, repasamos ahora los coqueteos de ésta con el cine, concretamente con el cortometraje.

Dirigida por Ceesepe, Ouka Leele participó en “Buenaventura: El Bruto” (1987), un corto escrito por Carolina Izquierdo, de 14 minutos de duración, que, en boca del propio autor, iba en principio a titularse “El Bruto” y que, existiendo un corto de Buñuel con este mismo nombre, acabó añadiéndose el subtítulo “Buenaventura” para afianzar su propia personalidad. En este corto también intervino Susana Hernández que cinco años después completaría su carrera cinematográfica con “La ardilla roja”, de Julio Medem, y “Flores de otro mundo” de Iciar Bollain.

El corto, que llegó a estrenarse en cines, cuando aún se proyectaban cortometrajes antes de las películas, contó con la participación de uno de los integrantes de la radical compañía “La Fura dels Baus” como El Bruto, y de varias chicas pilladas a dedo en la calle del Barco en Madrid, para hacer de maduritas conejitas de Play-Boy.

En “Buenaventura…” Ouka Leele aparece en una de las escenas cantando, junto al trombón de su amigo el Hortelano, y se dice que mucha gente quedó tan deslumbrada con su actuación que hasta Steven Spielberg había prometido contratarla para su próxima película; seguramente una de tantas leyendas urbanas.

Y aquí, la obra:
http://www.youtube.com/view_play_list?p=35D35C41A255F6BB

Ya sin acreditar, Ouka Leele aparecería en otras tantas películas de sus coetáneos, como por ejemplo “Laberinto de Pasiones” de Pedro Almodóvar. Juguemos a ver quien es capaz de reconocer el cameo.

martes, 19 de enero de 2010

LA MIRADA DE OUKA LEELE

mirada de ouka leele rafael gordon documental pequeño cine estudioLa mirada de Barbara es luminosa, sin tiempo (en su presente se funden pasado y futuro) e inquieta, aunque siempre tranquila. El documental de Rafael Gordon, de 2009, y estrenado este año, “La mirada Ouka Leele” acerca un poco más la mitomanía de esta fotógrafa a sus seguidores, y también a los que no saben nada de ella, que podrán disfrutar descubriendo toda una personalidad del arte de finales del siglo pasado, y aún del actual.

Quizá su hazaña más conocida, tal vez odiada o no, recordada por su gran alarde de egocentrismo, fue aquella que la llevó a parar el tráfico de la concurrida Cibeles en 1987, para llevar a cabo su obra más famosa, “Rapelle Toi” (a la derecha), que nace del mito de la diosa Cibeles que tradujo en leones a dos esclavos que se ocultaron en su cueva para saciar su amor.

El documental de Gordon centra su metraje en el gran mural que Ouka Leele hizo para el municipio de Ceutí, en Murcia, apoyada por su alcalde, y los vecinos, y a partir de esta anécdota se sirve para recontar, sin orden aparente, algunos pasajes de su vida (infancia, enfermedad, inicios en el arte (compañera de oficio de gente como Mariscal, Ceseepe (sí, el mismo que firmó por ejemplo el poster de la película de Almodóvar “Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón”) y Alberto García-Alix).

A partir de una fotografía poco cuidada, de escasa calidad (si bien es verdad que es encomiable el gran material de archivo rescatado), la cinta no se despliega en todos los matices que puede suscitar una vida tan interesante como la de Ouka Leele. Se echan en falta por ejemplo pasajes que recuerden su influyente mano en la movida madrileña, de la cual fue una de las protagonistas principales; tan sólo un atisbo aparece dos veces, a los pocos minutos de cinta, cuando Ouka Leele sale vistiendo un cerdito iluminado como sombrero, paseándose por una de sus primeras presentaciones de su arte, siendo observada de modo atónito por los asistentes, y “atacada” después por un admirador (que parecía recién llegado de visitar a Lucy en los cielos con sus diamantes), el rey de los guantes rojos, que pronuncia, claro está, unas palabras incomprensibles como toca en aquel ambiente contracultural de entonces.

Con todo, el documental encierra momentos mágicos: Ouka Leele entrevistándose a sí misma, y alguna que otra divagación sobre esos momentos de luz, que son aquellos que realmente se graban en la memoria de las personas; unos momentos realmente emocionantes. Otros, quizá menos afortunados, muestran a una Ouka Leele actriz, fuera de contexto, haciendo virguerías con una cámara que no la idolatra tanto como la pintura, y es donde seguramente se note más que ha participado en el montaje final de la cinta.

jardin metafísico ouka leele ceutí murciaOuka Leele, que próximamente actualizará su nueva web oficial (http://www.oukaleele.com/), acaba de ser nombrada Embajadora de la Candidatura de Segovia Capital Europea de la Cultura 2016. Su última, y espectacular obra, es el mural “Mi jardín metafísico” (a la izquierda, rematando el cuadro) cuya creación se muestra precisamente se muestra el documental de Gordon.

Para los interesados, en Madrid se proyecta actualmente en el Pequeño Cine Estudio, en la calle Magallanes, muy muy cerca de la parada de metro de Quevedo. Unos cines estupendos que arriesgan siempre por un cine poco convencional y documental (me quedé con la ganas de ver en ellos “Mónica del Raval”, de Francesc Betriu, una lástima que su tirón comercial durara apenas dos semanas).

viernes, 15 de enero de 2010

SABEN AQUEL QUE DIU...

¿Por qué España va siempre al revés que Europa? Mientras la gran mayoría de vecinos comunitarios hace suyo un cine en versión original, que potencia la esencia misma de los sentidos que se pueden captar desde una pantalla, desde el propio idioma, los diferentes acentos, a la realidad misma de lo que se nos está contando, España prefiere mantener la mente cerrada y los ojos entreabiertos. El cine reclama, y cada día más a efecto antiglobalización, que se respete la integridad de sus propuestas, y es evidente que se debe empezar por conservar el idioma de grabación original.

En esto, la nueva ley del Govern de Catalunya, da un pasito adelante, no sin polémica para dar y regalar, al considerar que el 50% de las copias de cualquier película en Catalunya estén dobladas o subtituladas en catalán, a fin de garantizar el derecho de los ciudadanos a disfrutar del cine en las dos lenguas oficiales. Joel Joan, presidente de la Academia del Cine Catalán, dirigía antes de ayer unas palabras de bienvenida a esta, en parte pausible, iniciativa. Y digo en parte, pues, el problema es que se seguirán doblando las películas. Si el público lo requiere, correcto; y seguramente sea así. Si el doblaje en castellano parece que dista mucho de extinguirse en nuestro país, ¿por qué no iba a tener lugar un doblaje en catalán para aquellos que lo demandan?

Hay muchos que opinan en contra que doblar en catalán no es que sea barato, y además, cuando se dobla se tira de enciclopedia, obteniendo como resultado una cinta del todo onírica, donde las expresiones se catalanizan y que pierde toda la fuerza del catalán a pie de calle.

Claro está, en esto intervienen más partes... por ejemplo, ¿qué pasa con las distribuidoras? pues que se oponen completamente al asunto. FEDICINE (Federación de Distribuidores Cinematográficos) tira el primer dardo argumentando que si se deja vía libre en esta medida, muchos otros territorios reclamarán cine en su lengua. Personalmente no me parece mal, el problema es que en tiempo de supuesta crisis, a ver quien tiene agallas de realizar esa brutal inversión.

A modo de utopía cinematográfica, la oferta debería ser consecuente con la demanda. Al final, como lo que cuenta es la vieja norma de "el cliente siempre tiene la razón", avanti con la llegada del nuevo mesías políglota, aunque sólo sea capaz de asomar un pie por debajo de la puerta. Ya llegará el día en que pueda seducirnos del todo. De momento, lean todas las noticias, si les interesa infórmense de todos los argumentos a favor y en contra, pero si quieren un consejo, antes de nada intenten ver, por ejemplo, cualquier película de Cesc Gay doblada al castellano; muchos no tardarán en encontrar en esto un sacrilegio.

miércoles, 13 de enero de 2010

¡VOLVER!... PARA INTENTAR QUEDARSE

Sí, sé que han pasado ya casi dos meses… lo que demuestra que, no por no estar falto de pasión cinematográfica, las obligaciones de todo este tinglado llamado sociedad siempre se acaban llevando el gato al agua. Vaya, y se ha acumulado tanto por contar que creo que lo mejor será hacer un breve resumen de todo distribuido en topics, buscando no aburrir al personal. Empezamos:

CRÍTICA...

Poco cine atrayente en las salas, y, con el frío, mejor quedarse revisitando viejas glorias en casa, disfrutando del calor familiar. Si acaso destacar “500 días juntos” de Marc Webb, por su originalidad, por darle tres bofetadas al término “comedia romántica” (aprende Bullock!) y por su música (ese “She’s like the wind” de Patrick Swayze que me conmueve las neuras adolescentes). Además, la insólita “Donde viven los monstruos” por hacerme capaz de reconocer todos los monstruos (e idiosincrasias) que aprendí de niño con el libro de Sendak, por devolverme el miedo a descubrir lo desconocido y por, como antes, la música, en este caso de Karen O and the Kids. Y por último, aunque tan sólo sea por el revuelo que sigue causando, “Avatar”, que va directa al saco de las películas - “me esperaba más” pero que no hay que dejar de ver.

PREMIOS...

Cómo andan los premios Goya de este año. Una pura desvergüenza. ¿Dónde quedan “V.O.S” de Cesc Gay, las interpretaciones de Eduard Fernández en “Tres dies amb la familia” y Natalia Mateo en “La vergüenza”? No merece la pena hablar más, bueno sí, espera… estoy deseando ver la cara de Amenábar cuando Daniel Monzón le arrebate su premio a la dirección.

NOS DEJARON...








Si bien podría merecer un post aparte, la muerte no debería ocupar más de dos líneas, pero es que se van marchando los grandes, y esto es cuestión de excepción. Este invierno nos han dejado gente (y me dejo muchos, pero resalto los que más me han tocado) como el "útil" José Manuel Marchante, el "arrebatado" Iván Zulueta y el "tranquilo" Eric Rohmer, por orden en las fotografías .

De este último, asistí anoche, con un buen amigo, al homenaje que le dedicó su querida Filmoteca, en el madrileño cine Doré, proyectando cinco cortos (uno de ellos de propia cosecha, “Una canción desesperada”) que dejaron entrever la posición política y de conformidad sexual del homenajeado, con un posterior recuerdo entre amigos, que convirtió la sala 1 en una pequeña sala de estar.

Durante esos minutos de debate, de abrigo familiar y recuerdos del celuloide, la imagen de Marchante, a quien no llegué a conocer, fue apareciendo como una sombra misteriosa en la butaca, oculta tras montones de VHS de origen sin importancia, sin resquicio alguno de pared atendiendo a un premeditado horror vacui, creándose por medio de palabras encerradas ya por siempre en el decorado de la cafetería del cine Doré.

Salimos del cine acercándonos más al mito, mientras mi mente divagaba acerca de las manías persecutorias, y en mi interior, ajeno al ruido de la calle de Atocha, se formaba un nuevo misterio, que me hablaba tras esas paredes en Ave María, y obligaba a preguntarme ¿cuánto cine cabe en una vida?.

Homenaje a José Manuel Marchante:
http://www.youtube.com/watch?v=jCjYEbvIKrA