miércoles, 13 de enero de 2010

¡VOLVER!... PARA INTENTAR QUEDARSE

Sí, sé que han pasado ya casi dos meses… lo que demuestra que, no por no estar falto de pasión cinematográfica, las obligaciones de todo este tinglado llamado sociedad siempre se acaban llevando el gato al agua. Vaya, y se ha acumulado tanto por contar que creo que lo mejor será hacer un breve resumen de todo distribuido en topics, buscando no aburrir al personal. Empezamos:

CRÍTICA...

Poco cine atrayente en las salas, y, con el frío, mejor quedarse revisitando viejas glorias en casa, disfrutando del calor familiar. Si acaso destacar “500 días juntos” de Marc Webb, por su originalidad, por darle tres bofetadas al término “comedia romántica” (aprende Bullock!) y por su música (ese “She’s like the wind” de Patrick Swayze que me conmueve las neuras adolescentes). Además, la insólita “Donde viven los monstruos” por hacerme capaz de reconocer todos los monstruos (e idiosincrasias) que aprendí de niño con el libro de Sendak, por devolverme el miedo a descubrir lo desconocido y por, como antes, la música, en este caso de Karen O and the Kids. Y por último, aunque tan sólo sea por el revuelo que sigue causando, “Avatar”, que va directa al saco de las películas - “me esperaba más” pero que no hay que dejar de ver.

PREMIOS...

Cómo andan los premios Goya de este año. Una pura desvergüenza. ¿Dónde quedan “V.O.S” de Cesc Gay, las interpretaciones de Eduard Fernández en “Tres dies amb la familia” y Natalia Mateo en “La vergüenza”? No merece la pena hablar más, bueno sí, espera… estoy deseando ver la cara de Amenábar cuando Daniel Monzón le arrebate su premio a la dirección.

NOS DEJARON...








Si bien podría merecer un post aparte, la muerte no debería ocupar más de dos líneas, pero es que se van marchando los grandes, y esto es cuestión de excepción. Este invierno nos han dejado gente (y me dejo muchos, pero resalto los que más me han tocado) como el "útil" José Manuel Marchante, el "arrebatado" Iván Zulueta y el "tranquilo" Eric Rohmer, por orden en las fotografías .

De este último, asistí anoche, con un buen amigo, al homenaje que le dedicó su querida Filmoteca, en el madrileño cine Doré, proyectando cinco cortos (uno de ellos de propia cosecha, “Una canción desesperada”) que dejaron entrever la posición política y de conformidad sexual del homenajeado, con un posterior recuerdo entre amigos, que convirtió la sala 1 en una pequeña sala de estar.

Durante esos minutos de debate, de abrigo familiar y recuerdos del celuloide, la imagen de Marchante, a quien no llegué a conocer, fue apareciendo como una sombra misteriosa en la butaca, oculta tras montones de VHS de origen sin importancia, sin resquicio alguno de pared atendiendo a un premeditado horror vacui, creándose por medio de palabras encerradas ya por siempre en el decorado de la cafetería del cine Doré.

Salimos del cine acercándonos más al mito, mientras mi mente divagaba acerca de las manías persecutorias, y en mi interior, ajeno al ruido de la calle de Atocha, se formaba un nuevo misterio, que me hablaba tras esas paredes en Ave María, y obligaba a preguntarme ¿cuánto cine cabe en una vida?.

Homenaje a José Manuel Marchante:
http://www.youtube.com/watch?v=jCjYEbvIKrA

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