martes, 14 de abril de 2009

LA FIEBRE DEL 3D

Steven Spielberg y Peter Jackson se unen para componer la trilogía de “Tintín” de modo virtual, Jackson así deja paso a Guillermo del Toro para que termine de rematar en 3D “El Hobbit”, James Cameron lleva años preparando su “Avatar” (las obsesiones no son buenas, pero al menos queda el intríngulis de ver éstas en 3D) y Tim Burton, que hace poco anunció que dirigía “Alicia en el País de las Maravillas” también ha proclamado su gusto por esta tecnología. Esto es lo que proclamaba hace un mes el periódico gratuito ADN en su versión digital.

Recuerdo que la última película que vi en el cine siendo un hombre pegado a unas gafas bicolores fue “Bolt” y más bien el cartón sólo era necesario para la escena del comienzo, para el resto sobraban y más bien hasta molestaban pues no aportaban nada a la trama y para los que sufrimos de astigmatismo, hipermetropía, o alguna otra afección ocular, nos mataban los ojos, que nos pedían Vispring a la salida. Antes ya había visto una tontería de esas de “Spy Kids” y acabé igual de dolorido, y ahora mismo no se me quita la gusa de ir a ver “Monstruos Vs Alienígenas”.

Haciendo un poco de historia, “El león Bwana” fue la primera película que entró al mercado en 3D en 1952. En ella, un feroz ejemplar africano saltaba de la pantalla, provocando un aullido de terror entre los espectadores. Un año más tarde, la Warner Bros presentó “Crímenes en el museo de cera” (en la foto), con Vincent Price, que recaudó en taquilla 23.5 millones de dólares (casi 250 millones de dólares actualmente).

Al parecer antes la crisis el cine en 3D resulta más que rentable y por eso se afianza aún más su dirección hacia el cine del futuro. En 2008 las películas en 3D generaron en su conjunto más ingresos en su primer fin de semana que los convencionales, y, se espera que este tipo de cine recaude en taquilla en 2009 más de 1.000 millones.

Nos preguntamos entonces si, como toda apología fuera del hogar, esta nueva tecnología acabará también en nuestras casas, y acabaremos adoptándola como animal de compañía, haciéndose imposible pensar ver una película sin vestir esas gafas que, por supuesto, irán cambiando de modelo, aumentando en prestaciones (me imagino algún que otro botón en las patillas que nos permita rebobinar y avanzar la película a nuestro antojo). Sería modernísimo, lo más de lo más, pero también pienso que quizá sería algo de lo más inútil. De momento, por ejemplo, sin contar toda la invasión de cine en 3D que nos va a llegar, recordemos que Sony tenía previsto este año dotar a su consola de la posibilidad de trabajar con vídeos y juegos en 3D, un paso más hacia la utopía.

No hay comentarios: