viernes, 15 de enero de 2010

SABEN AQUEL QUE DIU...

¿Por qué España va siempre al revés que Europa? Mientras la gran mayoría de vecinos comunitarios hace suyo un cine en versión original, que potencia la esencia misma de los sentidos que se pueden captar desde una pantalla, desde el propio idioma, los diferentes acentos, a la realidad misma de lo que se nos está contando, España prefiere mantener la mente cerrada y los ojos entreabiertos. El cine reclama, y cada día más a efecto antiglobalización, que se respete la integridad de sus propuestas, y es evidente que se debe empezar por conservar el idioma de grabación original.

En esto, la nueva ley del Govern de Catalunya, da un pasito adelante, no sin polémica para dar y regalar, al considerar que el 50% de las copias de cualquier película en Catalunya estén dobladas o subtituladas en catalán, a fin de garantizar el derecho de los ciudadanos a disfrutar del cine en las dos lenguas oficiales. Joel Joan, presidente de la Academia del Cine Catalán, dirigía antes de ayer unas palabras de bienvenida a esta, en parte pausible, iniciativa. Y digo en parte, pues, el problema es que se seguirán doblando las películas. Si el público lo requiere, correcto; y seguramente sea así. Si el doblaje en castellano parece que dista mucho de extinguirse en nuestro país, ¿por qué no iba a tener lugar un doblaje en catalán para aquellos que lo demandan?

Hay muchos que opinan en contra que doblar en catalán no es que sea barato, y además, cuando se dobla se tira de enciclopedia, obteniendo como resultado una cinta del todo onírica, donde las expresiones se catalanizan y que pierde toda la fuerza del catalán a pie de calle.

Claro está, en esto intervienen más partes... por ejemplo, ¿qué pasa con las distribuidoras? pues que se oponen completamente al asunto. FEDICINE (Federación de Distribuidores Cinematográficos) tira el primer dardo argumentando que si se deja vía libre en esta medida, muchos otros territorios reclamarán cine en su lengua. Personalmente no me parece mal, el problema es que en tiempo de supuesta crisis, a ver quien tiene agallas de realizar esa brutal inversión.

A modo de utopía cinematográfica, la oferta debería ser consecuente con la demanda. Al final, como lo que cuenta es la vieja norma de "el cliente siempre tiene la razón", avanti con la llegada del nuevo mesías políglota, aunque sólo sea capaz de asomar un pie por debajo de la puerta. Ya llegará el día en que pueda seducirnos del todo. De momento, lean todas las noticias, si les interesa infórmense de todos los argumentos a favor y en contra, pero si quieren un consejo, antes de nada intenten ver, por ejemplo, cualquier película de Cesc Gay doblada al castellano; muchos no tardarán en encontrar en esto un sacrilegio.

5 comentarios:

JAVI dijo...

Bienvenido de nuevo. Me alegra que sigas escribiendo.

Por cierto, es verdad que una película tendría que verse siempre en su idioma original. Doblada parece como una impostura pero en fin, a veces me gusta verlas dobladas porque puedo cerrar un poco los ojos para descansarlos y no me pierdo nada. El estar fijándote en los subtítulos también te distrae a veces. Puro pragmatismo

Anónimo dijo...

Gracias Javi, ya tenía también yo ganas de volver a escribir.

Tienes razón, en ocasiones estar leyendo los subtítulos entorpece algo el visionado, y más cuando la película es más visual que hablada. Por ejemplo, el cine de animación me gusta verlo doblado, además porque en España en este sentido se hace un doblaje magnífico.

Saludos
Rogelio

Carlos Giacomelli dijo...

Me quedo con tu idea final: cierto, una película de Gay doblada al castellano es tan horrorosa como las catellanas que aparecen en el 33 dobladas al catalán, qué cruz!
De todos modos, mis argumentos en contra del doblaje en catalán son dos:

el primero, que a saber por qué, las películas quedan siempre horrorosas (tal vez por lo que comentas del tirar del diccionario), lo cual no deja de ser curioso sabiendo que los actores de doblaje en castellano son, en su mayoría, catalanes de origen (ay, qué lío!)

y segundo, que el doblaje, simplemente, debería dejar de existir (vale, salvo en el caso de Bruce Willis). Por lo tanto, los que tanto "volen cinema en català" deberían abrirse un poco más de horizontes: para empezar, suele ser el mismo público que va a cines como el Verdi, ya que las multisalas en plan Cinesa siguen plagadas de niños pijos de mentalidad derechista y que oyen algo en catalán y abandonan la sala... y los catalanoparlantes no hacen nada por evitarlo, ojo!
Y dos, que en el momento de "unión europea" por el que pasa la historia (la realidad, guste o no, nos lleva a una globalización que debería acabar en una especie de Estados Unidos Europeos -EEUUEE-) el doblaje tiende a tener cada vez menos peso, especialmente teniendo en cuenta el tema de las descargas.
Por ello, no deberían plantearse la exigencia sólo de los subtítulos en catalán? Eso no sólo sería lo más lógico y bueno/respetuoso para el cine en sí, sino que además no calentaría tanto el ambiente, y demostraría que lo que hacemos los catalanes lo hacemos por el gusto al arte. Porque el cine no es una (otra) excusa política, sino precisamente eso: ARTE.

En fin, que es un tema que me tiene mosca, y lo digo desde mi catalanidad total y absoluta. Pero también desde la vergüenza de vivir en una península (paso de catalanismos o españolismos, eso a otros) de tan obtusas mentes basadas en la cultura del pedigrí, el toreo, la chulería y la prensa rosa.

Menos propuestas-escándalo y un poco más de inteligencia, coño!

Saludos!

The Eternal Blog dijo...

Bon dia Capitan Spaldin,

bueno, muchas gracias por pasarte por el blog, y también por tu interesante comentario. Me ha hecho mucha gracia aquello de "niños pijos con mentalidad derechista" pues aquí en Madrid me parece, así a ojímetro, que ocurre todo lo contrario (pero claro está, la cuestión del idioma catalán queda lejos por estas tierras), son estos los que en su mayoría se acercan a cines que pasan sus películas en versión original.

De todos modos mantengo que el futuro del cine pasa por dejar un poco de lado los subtítulos, siempre y cuando la demanda no sea suficiente como para mantenerlos, al fin y al cabo el cine continua siendo un servicio al público y en esto aún operan las conocidas leyes del marketing. Eso sí, supongo y espero, como se comentaba en el editorial de una antigua fotogramas, llegue el momento en que el uso auriculares para aquellos que quieran escuchar una película doblada, sea un buen remedio para poner fin a esta guerra.

Saludos
Rogelio

Carlos Giacomelli dijo...

Argh! no, abajo los auriculares! con lo que molan los efectos de sonido, hombre! jeje... no sé, es una cuestión que requiere mucho estudio para conseguir que, pese a los aparatitos, se pueda apreciar al mismo nivel el sonido de la sala.

Por lo demás, yo creo que demanda habría si se "impusiera" algo más de cine en vo.
Te explico, en Barcelona, por ejemplo, tenemos el Cinesa Diagonal, con 15 salas y mil y un películas en cartelera, a algo así como 50 metros del Gran Sarrià, otro cine con 8 salas y oferta prácticamente idéntica, aunque si acaso con algo más de cine de autor. Ambos cines son en castellano (alguna vez en catalán), y por supuesto, la gente queda "en el Cinesa de toda la vida" y luego ya si no quedan entradas va al Gran Sarrià. No sería posible que, ese cine, fuese en versión original? Tanto afectaría la demanda? creo recordar que, entre sus éxitos más recientes de público, se encuentra Vicky Cristina Barcelona, que se pasó con sus subtítulos sin que a nadie le molestara...

Además, encuentro ridículo que las salas para versión original se limiten a producciones independientes, europeas, etc. Qué pasa, que sólo yo quiero ir a ver 2012 sin tener que pasar por los doblajes en plan "Kung Fu Sión"???
Cierto es que es un tema difícil, que la mayoría de público español sigue siendo lo suficientemente cazurro como para decir "es que para estar leyendo todo el rato me cojo un libro"... pero ya digo, con el tema de los dvdrip en vose, el modo dual del tdt... confío en que el doblaje tenga cada vez menos peso en el futuro... amos, hombre, no me desanimes!!

Je, saludos!

(Curiosa la diferencia de públicos!)