domingo, 8 de febrero de 2009

CRÍTICA: La Duda

la duda meryl streep amy adams estreno oscar monjas
Lo primero que se me viene a la mente al salir de la sala 2 de los Ideal madrileños es por qué un director (John Patrick Shanley) que no dirige desde 1990 (Joe contra el volcán, con la inefable pareja formada por Tom Hanks y Meg Ryan), se ha sacado de la manga esta magnífica película y por qué ha tardado en dirigir. Y pienso, las musas no son fáciles de engatusar.

Todos, y algunos más que otros, tenemos ese pasado oscuro, esos secretos ocultos que nos definen unívocamente, pero eso no significa que no se puedan compartir, a menos que sean secretos horribles, feístas manifestaciones de lo peor que hay en nosotros.
Así, el padre Flynn (P. Seymour Hoffman), que acaba de entrar como nuevo párroco en San Nicolás, en el Bronx neoyorkino, atrae las miradas de la hermana Aloysius (Meryl Streep) alertada por la hermana James (Amy Adams) que ha estado viendo comportamientos extraños entre éste y un nuevo estudiante (de raza negra, el único en la escuela). El párroco parece tener algo que esconder.

Un planteamiento tan simple se convierte en un apasionante viaje a los sentimientos humanos de arrepentimiento, vergüenza y claro, duda. Mientras pasa el metraje me voy preguntando qué es aquello a lo que hace referencia el título de la película. Se desvelará al final para mi mayor inri. Mientras, vamos a las dos hermanas en continua pugna, sin dar tregua un solo momento al párroco, buscando la verdad e intentando que se haga justicia.

La película va al grano, no se anda con rodeos a la hora de presentar el problema, lo que puede llevar a un doble discurso moral. El que nos muestre de primeras al párroco como pecador, sin posibilidad de redención adolece los esquemas de la estructura clásica de la intriga, y por tanto, la película carece totalmente de ésta. Se convierte así en mero espectáculo que casi roza lo morboso. Menos mal que las poderosísimas interpretaciones, que ayudan a fortalecer el conjunto, salvan, y con mucho, los defectos que recorren la cinta en su desarrollo. La otra cara del discurso hace prevalecer lo cinematográfico, pues, yendo tan de cara desde el principio, la película nos ahorra el ritmo de telefilm en que pudiera haber incurrido, haciendo que las casi dos horas de espectáculo se nos antojen una.

En cuanto a los defectos, en primer lugar, el excesivo uso de la cámara ligeramente desplazada oblicuamente, lejos de alcanzar su objetivo (preparar al espectador para las partes “grueso” de la cinta), evidencia sin pudor su condición. Y ya se sabe, la sensualidad se convierte en sexualidad cuando nos quitamos la última prenda. En segundo lugar, la limitación de espacios (la película apenas transcurre en cinco localizaciones) intentando crear aire de presión y claustrofobia, hace que se sienta fácil la victoria de las hermanas.

Por otro lado, y créanme, las actuaciones hacen que lo anterior quede en mera anécdota. Meryl Streep va más allá de todo elogio, y pensar que había alcanzado tope con “Los puentes de Madison”. La parte final, (spoiler) en la que asume la cruz, recordando su pasado y ese secreto suyo, que se intuye incluso peor que el del padre Flynn y que no se llega a desvelar, haciendo que se haya aferrado de por vida a la religión católica, lo certifica. Ahora, después de servir al diablo para lograr cazar a uno de sus engendros, es consciente, por primera vez, que el bien no se comprende sin el mal, que la certeza no existe si no es a través de la duda (acaba spoiler).

Pero, a mi entender, la que se lleva el gato al agua es Viola Davis, madre de la criatura mancillada, que también oculta un secreto, el más vergonzoso que pudiera existir para con su hijo. Su actuación no va más allá de los diez minutos, pero fueron los diez minutos más espeluznantes que he vivido en mucho tiempo en algún visionado, de un terror que te viene tan rápido como un puñetazo y que aún hoy sientes su intensidad tremenda en los bucinadores.

LO MEJOR:
- Todo el reparto, sin excepción.
- Que la película no se centre en el niño en cuestión favorece la efectividad de la nueva óptica con que se trata un tema un tanto socorrido.
- Los sermones del padre Flynn, y en concreto, aquel que habla de los chismes. La palabra “gossip” pronunciada por Hoffman me revolvió el estómago.
- Nos quedamos con ganas de saber más sobre el pasado de la hermana Aloysius.- Los silencios que dan paso a la reflexión.

LO PEOR:
- El uso de la cámara, precario.
- La gratuidad que algunas conversaciones se licencian para hablar con sorprendente naturalidad.
- Un ligero sabor de boca pagano que puede escocer en los sectores más conservadores (aunque no sé si esto es del todo malo, tan sólo contraproducente para la carrera comercial del film).

NOTA: 8´75 / 10
¿Quieres saber más sobre esta película?: http://www.actualcine.com/weboscar/pelis/laduda/laduda.html

1 comentario:

JAVI dijo...

La película me gustó bastante y, efectivamente, va al grano con una puesta en escena sencilla y efectiva. El tratamiento de los personajes no es excesivamente maniqueísta pero sí que la superiora se nos aparece como algo negativo. Coincido también con la gran importancia de la escena de la madre del niño pero creo que exageras mucho con lo de TERRORÍFICA. Tal vez hay que tener cuidado con la palabra "terror" porque tiene un significado muy específico de "tener miedo" o "estar asustado".En todo caso esa escena pone en entredicho ciertas convicciones sociales o te hace tambalear algunos criterios propios. Saludos y perdona por mis tonterías lingüísticas.