lunes, 23 de febrero de 2009

Pedroooo, si se parece a mi tío OSCAR!!

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Ayer, que hizo un día buenísimo (si hasta pasé calor hacia el mediodía) fuimos unos cuantos amigos a pasar la tarde a la Casa de Campo (me lo pasé genial) y disfrutar un poco lejos del ruido, el estrés y el bullicioso afán de consumismo,… y de paso para jugar al croquet, que yo siempre había confundido con criquet. Antes de montar en el teleférico que nos llevaba a la Casa de Campo, nos quedamos en una terrazita frente al cerrado Balcón de Rosales y, cómo no, empezamos a hablar de los Oscar. Ay Dios, Kris y Stephanie alabaron Slumdog Millionaire, y cambiaron a última hora a Mickey Rourke por Sean Penn. ¡Y no se equivocaron! Me alegra que Sean Penn se haya llevado ese premio por un papel como el que interpreta, ya se sabe, el mítico Harvey Milk que luchó por el voto homosexual en los USA.

Lo que no me gustó tanto es que, además de tener que volver a hablar de estos premios, que ya considero parafernalia propagandística, y hoy más que nunca, es que al final hayan mimado a la Pene y por consiguiente el tener que soportar la avalancha de noticias y bombos mediáticos que se van a cernir sobre nosotros. Pene por aquí, Pene por allá. Su personaje en la película de Woody está bien interpretado, pero no dista mucho del Chikilicuatre, quiero decir: tanto se va a hablar, y espero equivocarme, de este personaje y de su actriz que al final va acabar empalagando tanto como un sándwich de crema de cacahuete o un estribillo pegadizo por repetitivo.

En fin, sin más sorpresas que la del premio a Penn; Kate (pobre Meryl), Pene (pobre Davis), Joker (nada que objetar) y Bollywood (pobre teta asustadiza) se llevaron el gato al agua. Vamos, un aburrimiento total. Y es que, desde que Helen Hunt se llevó el premio por esa sosez de “Mejor…Imposible” y más aún desde que el desencanto de las decisiones fortuitas que votan a películas no estadounidenses para el resto de categorías, ya no me gustan los Oscar. Es más, se están pasando de la raya, y la culpa es nuestra por alabarlos. Fíjense en nuestros Goya, si es que ya actuamos como allí premiando películas que, aunque no sean de producción española, sólo por el hecho de estar protagonizadas por algún españolito o manufacturada en lengua española, ya se lleva premios o tiene alguna nominación. Cualquier día nos veo premiando a alguna película palomitera, vamos, sintiéndonos protagonistas de “Un yanqui en la corte del rey Arturo”.

LO MEJOR: Wall-E gana el oscar a mejor película de animación.
LO PEOR: todo lo que pienso y he dicho en este post.

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